Con el frío no sólo llegan las nevadas y los problemas de tráfico, también aumentan algunas averías que puedes evitar con estos consejos que te proponemos. Evita disgustos y sigue disfrutando de tu coche en esta época del año.

Igual que nosotros nos entumecemos con el frío y necesitamos abrigarnos y tomar cosas calentitas para sentirnos a gusto, nuestro coche requiere de una serie de cuidados especiales en esta época del año para evitar averías. No sólo son las bajas temperaturas las que pueden producir daños en el coche, también otros elementos como la sal en las carreteras, que suelen ser habituales en invierno.

Al igual que revisamos nuestro coche para hacer nuestro viaje de vacaciones y lo preparamos para las averías típicas del verano, en invierno deberíamos tener en cuenta una serie de precauciones para evitar disgustos con el coche y que no nos arranque en el peor momento o incluso no poder siquiera abrir la puerta porque la cerradura se ha congelado, aunque esto, hoy en día que prácticamente todos los coches tienen mando de apertura remoto, puede no ser tan incómodo.

Vídeo práctico: cómo arrancar el coche con pinzas

Cómo evitar averías en invierno, sigue estos consejos

Con el frío se congelan elementos como los limpiacristales o las cerraduras.Con el frío se congelan elementos como los limpiacristales o las cerraduras.

Los puntos débiles, por decirlo de alguna manera, de nuestro coche en la época invernal son principalmente: la batería, los cristales, las cerraduras y los elementos que están más en contacto con la sal (suspensiones, frenos, bajos de carrocería, etc.).

Empezaremos por el elemento que más problemas suele dar en la época más fría del año y veremos cómo evitar problemas con él y los más frecuentes.

  • Cómo evitar problemas con la batería en invierno: el frío hace que las reacciones químicas que se llevan a cabo en las baterías sean más lentas y que su rendimiento baje. Para evitar problemas de arranque lo mejor es mantener limpios los bornes de la batería y bien apretados, evitar usar los consumidores eléctricos como la radio, regular los espejos o poner la calefacción antes de darle al arranque (apaga todo y enciende el motor lo primero) y evita los desplazamientos cortos (menos de 15 minutos) en los que no damos tiempo a cargar lo suficiente la batería con un alto consumo de energía eléctrica en el recorrido (luces, luneta térmica, calefacción…). Si el coche no nos arranca, podemos calentar un poco la batería con una bolsa de agua caliente (ojo, sin partes metálicas) o con aire caliente para «desentumecerla».

 

  • Descongelar las cerraduras: aunque la mayoría de los coches tienen ya mando de apertura eléctrico, a veces no funciona porque nos hemos quedado sin pila en la llave, el coche está sin batería o lo que sea y necesitamos abrir con la llave. Es algo frecuente que con el frío se congelen las guardas que hacen que sólo una llave concreta pueda girar el cilindro y no se muevan ni nos dejen meter la llave. Existen productos para evitar esto, no está de más echar esos esprays que podemos echar en la cerradura para prevenir este problema y que, además, la mantendrán lubricada. Si ya se ha congelado, intenta calentar el espadín de la llave con un mechero y poco a poco descongelarla. No la fuerces mientras no gire más o menos libre, podrías partir la llave o el mecanismo.

 

  • Anticongelante en el motor: el refrigerante del motor contiene una serie de aditivos que hacen que no se congele tan pronto como el agua, además de anti corrosivos. Estos aditivos pierden propiedades con el tiempo y conviene revisar su estado. En cualquier taller pueden verificar con un aparato el punto de congelación del refrigerante y su estado. Como norma general, se debería cambiar cada dos años. Revisa su estado y cámbialo para evitar que se congele el refrigerante en el interior del motor y pueda llegar incluso a partir el bloque de los cilindros.

 

  • Anticongelante en el limpiaparabrisas:  igual que se congela el agua del motor se congela la del limpiaparabrisas. Añade un limpiaparabrisas específico para el invierno que evite que se congele.

 

  • Cartones en el parabrisas: la forma más económica y eficaz de evitar que se congele el parabrisas y se queden pegadas a él las escobillas es poniendo un cartón en el parabrisas y las escobillas sobre él. Hay quien deja las escobillas levantadas para evitar que se peguen al cristal, pero eso no evita que se forme hielo en el parabrisas y, además, hay coches que no permiten dejarlas levantadas. Pon un cartón sobre el parabrisas y listo.

 

  • Lava los bajos del coche tras los viajes con sal: la sal que se esparce en las carreteras es eficaz quitando el hielo, pero es todavía más eficaz pudriendo las partes metálicas del vehículo, llegando incluso a agarrotar los frenos. Si no vas a usar el coche en unos días después de haber circulado por carreteras con sal, sobre todo si había agua sobre el asfalto, es conveniente que enjuagues bien los bajos del coche con agua caliente para eliminar esa sal, haciendo especial empeño en el interior de las llantas, discos y pinzas de freno e interior de los pasos de rueda.

¡No te pierdas el especial Cómo conducir en invierno!


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