El Peugeot 308 SW con cambio automático de 8 marchas ha ganado en agrado de utilización y consumos. Además, el acabado GT Line aporta unos excelentes asientos y unos detalles estéticos que lo hacen muy atractivo.
El Peugeot 308 SW de esta prueba está prácticamente solo en el mercado, no por su estética o versatilidad, sino por su configuración mecánica con el motor 1.6 turbo de gasolina de 225 CV. Para buscar entre sus rivales, o nos quedamos por debajo de los 200 CV o ya saltamos a las versiones GTi por encima de los 250 CV.
A esta mecánica se asocia la nueva caja de cambios automática EAT8, desarrollada por el mayor especialista en transmisiones automáticas del planeta (la japonesa Aisin). El conjunto resulta muy agradable y en este Peugeot permite una conducción muy desahogada, aunque lo carguemos hasta los topes, con unas aceleraciones que permiten adelantamientos muy seguros.
La carrocería SW del 308 resulta mucho más práctica y confortable que la de la berlina. Los centímetros extra no se han empleado sólo en proporcionar un maletero mayor, también el espacio para las piernas en las plazas traseras mejora, así como su acceso, con unas puertas algo más largas.
El Peugeot 308 SW GT Line frente a sus rivales
No hay muchos compactos de carrocería familiar con potencias similares a las de esta versión. Los que más se acercan son el Renault Mégane ST con 205 CV, el Subaru Levorg de 170 CV y el Honda Civic de 180 CV. Cierto que el Civic no tiene carrocería SW propiamente dicha, pero, debido a que es el compacto más largo del mercado, su capacidad interior sí es comparable con la de este 308 SW.
Frente a ellos, el Peugeot 308 hace un buen papel pese a ser el más veterano. El Renault tiene un comportamiento dinámico más agradable gracias a su eje trasero direccional del sistema 4Control, pero el interior tiene peores materiales y acabados que el Peugeot.
Frente al Levorg, el Peugeot cuenta con unas mejores prestaciones, un consumo más bajo y una caja de cambios automática más agradable que el variador continuo del Subaru. A favor del japonés tenemos su tracción total, sus sistemas de seguridad activa y el pertenecer a una marca más exclusiva.
En cuanto al Honda Civic, tal vez sea el que le pone las cosas más difíciles por su equilibrio general. Es un modelo que no es el mejor en nada, pero que obtiene una nota muy elevada en todos los apartados. El interior es más confortable y da una mejor primera impresión en el francés, con materiales más nobles y un diseño más acogedor.
Diseño: GT Line: el más deseado
![El Peugeot 308 SW con el acabado GT Line es muy atractivo.](https://images1.autocasion.com/actualidad/wp-content/uploads/2018/08/Prueba-del-Peugeot-308-SW-GT-Line-de-gasolina-de-225-CV-y-cambio-automático-EAT8-2018-Rubén-Fidalgo-5-300x200.jpg)
Sometido a un lavado de cara hace apenas un año, el Peugeot 308 SW mantiene bien el tipo pese a tener que vérselas con rivales más jóvenes. El acabado GT Line de la unidad probada es sin duda el más atractivo de toda la gama y le da un aire fresco y juvenil a esta carrocería familiar.
En la parte frontal ha variado la forma del paragolpes y los intermitentes, heredados directamente de los 308 GTi y que se encienden de forma secuencial. Tal vez sea la vista más seductora del 308, que parece más bajo y ancho de lo que es en realidad.
Los faros full led con asistente de luz de carretera proporcionan una buena iluminación.
En la vista lateral también tenemos detalles que recuerdan a los GTi, como las llamativas llantas o las taloneras que recorren todo el costado. Al verlo lateralmente, se aprecia con claridad el mayor tamaño de las puertas traseras del SW; su silueta es proporcionada y con ciertos matices deportivos logrados a base de marcar un perfil muy en cuña jugando con la caída del techo, las barras superiores y la silueta de los cristales.
La parte trasera resulta llamativa y también se ha buscado crear esa sensación de coche ancho y pegado al asfalto, con unos grandes grupos ópticos led de muy buena visibilidad y un parachoques en el que se imita un difusor inferior y dos salidas de escape ciegas de forma rectangular.
El resultado es bueno y el Peugeot 308 GT Line resulta llamativo y seductor; incluso tiene un toque más sport que la berlina de la que deriva.
En cuanto a acabados, en general son buenos, aunque se aprecian diferencias de tono en la pintura entre las partes plásticas y las metálicas, algo difícil de disimular, especialmente en este color rojo metalizado.
Interior: Como un GTi, pero más cómodo
![El i-Cockpit es incómodo para tallas grandes.](https://images1.autocasion.com/actualidad/wp-content/uploads/2018/08/Prueba-del-Peugeot-308-SW-GT-Line-de-gasolina-de-225-CV-y-cambio-automático-EAT8-2018-Rubén-Fidalgo-17-300x200.jpg)
Gracias al tamaño de sus puertas, el acceso al interior del 308 SW es cómodo; sobre todo en las plazas traseras, notaremos mucho su diferencia de longitud.
Una vez dentro, nos encontramos con un habitáculo acogedor y amplio que se diferencia claramente en este acabado GT Line, con unos formidables asientos que por sí solos ya hacen que merezca la pena pagar el extra de este nivel de acabado.
Los asientos de Alcantara sujetan muy bien el cuerpo y son muy cómodos, aunque muy calurosos en verano. El pequeño volante ovalado y los paneles de puerta van también tapizados en piel y con los pespuntes en color rojo, logrando darle un toque sport al interior y también de cierto lujo.
La calidad de los materiales del salpicadero y la mayoría de los ajustes no admiten crítica. Esta unidad equipaba un techo panorámico que hace que el interior sea muy luminoso, pero que también hace que el climatizador tenga que trabajar horas extras en verano ya que, aunque tiene una cortinilla que lo cubre, no está tan bien aislado de la radiación como otros.
La postura de conducción del i-Cockpit no me resulta cómoda por mi talla. El volante es muy estrecho y me obliga a llevar las manos muy juntas respecto a la anchura de hombros. Además, para poder ver la instrumentación, tengo que llevar el volante muy bajo. El resultado es que acabo conduciendo con los codos pegados a la panza. En general, las personas de más de 1,8 m de estatura o corpulentos es probable que vayan incómodos con este tipo de puesto de conducción por el que ha apostado Peugeot como una de sus señas de identidad.
Otro detalle que no me gusta nada del i-Cockpit es que todo se maneja a través de la pantalla táctil. De este error han tomado buena nota en la marca y las sucesivas evoluciones que podemos ver en los 3008/5008 y ahora en el nuevo Peugeot 508 ya cuentan con algunas teclas convencionales para manejar el equipo de sonido o la climatización.
Sin embargo, en el 308 cada acción que queramos hacer para subir o bajar la temperatura del habitáculo, cambiar de emisora, etc, nos obliga a entrar en el menú de la pantalla multimedia, una distracción y un engorro.
Además, esta ausencia de teclas de acceso directo hace que la consola central se vea muy desnuda, simple y pesada.
La ergonomía de los mandos en general es buena y todo nos queda bastante a mano.
El espacio para las plazas delanteras y traseras del Peugeot 308 SW es muy bueno, aunque atrás falta algo de anchura como para que 3 adultos puedan viajar confortablemente.
El maletero tiene una buena capacidad, un portón amplio que permite un buen acceso y unas formas regulares que hacen que sea muy aprovechable. Abatir los respaldos traseros es muy sencillo. Basta con accionar unos tiradores en la parte trasera muy accesibles y ellos solos dejan un suelo completamente plano.
Bajo la tablilla, nos encontramos con una gaveta en la que van las herramientas y algunos huecos en los que poder dejar cosas. Si la levantamos, nos encontramos con una rueda de repuesto de emergencia.
Motor: De lo mejor de este coche
![El motor es muy agradable por su generoso par y baja sonoridad.](https://images1.autocasion.com/actualidad/wp-content/uploads/2018/08/Prueba-del-Peugeot-308-SW-GT-Line-de-gasolina-de-225-CV-y-cambio-automático-EAT8-2018-Rubén-Fidalgo-12-300x200.jpg)
El motor 1.6 THP de gasolina de PSA es un verdadero camaleón capaz de adaptarse a casi cualquier situación. Se ofrece con multitud de configuraciones y niveles de potencia y aquí estamos ante el que probablemente sea el más apetecible, con unas prestaciones excelentes pero sin llegar a la radicalidad de los GTi.
No hay demasiadas novedades en lo que es el motor en sí, que básicamente sigue siendo el mismo bloque de 4 cilindros sobrealimentado por turbo. La gran novedad es su caja de cambios, la misma automática de convertidor de par que pudimos probar en el DS 7 Crossback.
Su respuesta es muy agradable y en modo automático funciona correctamente, tanto como para que al final no la usemos apenas en modo manual, en parte también porque en este modo no es demasiado obediente.
Dispone de unas levas fijas tras el volante para accionarla de manera secuencial, pero ni su tacto ni su tamaño hacen que sean agradables de utilizar.
La gestión de la caja de cambios y del motor cuenta con 3 modos de funcionamiento:
- Normal: busca un buen compromiso entre prestaciones y consumos
- Sport: prima las prestaciones a base de una mayor sensibilidad del pedal del acelerador y una caja de cambios que busca mantener la marcha en la que la mecánica trabaje en su zona óptima de potencia.
- Eco: la respuesta al acelerador se suaviza y el cambio busca siempre la marcha más larga posible.
Lo más destacable de esta caja de cambios es su suavidad de funcionamiento, especialmente donde más pecan las de doble embrague: en las maniobras de aparcamiento, sobre todo en pendiente.
Comportamiento: Confortable y eficaz
![El comportamiento del 308 SW es muy satisfactorio.](https://images1.autocasion.com/actualidad/wp-content/uploads/2018/08/Prueba-del-Peugeot-308-SW-GT-Line-de-gasolina-de-225-CV-y-cambio-automático-EAT8-2018-Rubén-Fidalgo-37-300x200.jpg)
Aunque se trata de un modelo familiar, el chasis del 308 SW es bastante reactivo y con matices deportivos, muy gratificante si nos apetece rodar a buen ritmo con él. Lo mejor es que lo consigue sin resultar incómodo, con unas suspensiones mucho más suaves que las del GTi, aunque algo más firmes que en otros niveles de acabado inferiores.
En ciudad es un coche cómodo de llevar por su caja de cambios automática y la total ausencia de vibraciones o ruidos procedentes de la mecánica de gasolina.
La dirección es suave y el radio de giro es correcto, de modo que las maniobras se hacen cómodamente. Eso sí, las líneas de la cámara de marcha atrás no son activas sino fijas, un detalle a mejorar.
A la hora de salir de viaje por autopista, resulta un coche muy convincente en el que se va con unos buenos niveles de confort (de nuevo el escaso ruido de rodadura se agradece) y también de seguridad. El viento lateral no le afecta tanto como al 3008, balancea menos y su paso por curva rápida transmite mayor tranquilidad.
En carreteras nacionales y secundarias también hace un buen papel. El eje delantero no es demasiado morrón y entra dócilmente en las curvas. Si necesitamos algo de ayuda de la parte trasera, el Peugeot 308 se deja hacer y, soltando el acelerador o rozando un poco el freno, enseguida nos ayuda a redondear el giro.
Los frenos son correctos por mordiente, pero se nota que la caja de cambios automática exige algo más de trabajo de ellos y es más fácil de lo deseable llegar a fatigarlos por temperatura.
Gracias a los 225 CV, los adelantamientos e incorporaciones se hacen de manera segura y con total confianza. La caja de cambios es algo remolona y conviene anticiparnos y bajar nosotros dos o tres marchas antes de darle el pisotón al acelerador.
En el circuito de pruebas la nota también es buena. La maniobra de esquiva la salva sin demasiados problemas. El ESP trabaja bien y cuenta con buenas herramientas para corregir nuestros errores sin necesidad de hacer cosas raras.
La frenada de emergencia también la pasa con una nota correcta, aunque a partir del tercer intento se nota una clara pérdida de eficacia debido al calor.
En definitiva, este Peugeot 308 SW está en un interesante punto de equilibrio entre el confort de una berlina familiar y la deportividad de un GTi. Es agradable de conducir, fácil gracias a la caja de cambios automática y sus reacciones son seguras y predecibles en todo momento.
Equipamiento: Tope de gama
![El GT Line es un tope de gama y con un buen nivel de equipamiento.](https://images1.autocasion.com/actualidad/wp-content/uploads/2018/08/Prueba-del-Peugeot-308-SW-GT-Line-de-gasolina-de-225-CV-y-cambio-automático-EAT8-2018-Rubén-Fidalgo-10-300x200.jpg)
El acabado GT Line es el tope de la gama del Peugeot 308. Además del toque deportivo, busca también el lujo y el equipamiento, con unos mejores materiales en el habitáculo y una dotación generosa en la que no echaremos nada en falta.
Control de crucero adaptativo (aunque sin función stop & go y muy engorroso de manejar), alerta de colisión, sensores de ángulo muerto, asistente de aparcamiento, limitador de velocidad, navegador, un buen equipo de audio, pintura metalizada, techo panorámico, sistema de reconocimiento de señales… No echaremos nada en falta, salvo las últimas novedades en lo referente a aplicaciones del sistema multimedia.
El mercado actual está viviendo una auténtica revolución en este apartado: instrumentaciones completamente digitales con pantallas de alta definición, sistemas avanzados de reconocimiento de voz, aplicaciones para conocer el estado del coche desde el teléfono… todo esto falta en el Peugeot 308 y es donde más notaremos que es un modelo con casi 5 años en el mercado.
Pese a ello, su relación precio/equipamiento es correcta y está dentro de lo normal en su categoría.
Consumo: Dentro de lo razonable
![Los consumos son correctos para sus prestaciones y peso.](https://images1.autocasion.com/actualidad/wp-content/uploads/2018/08/Prueba-del-Peugeot-308-SW-GT-Line-de-gasolina-de-225-CV-y-cambio-automático-EAT8-2018-Rubén-Fidalgo-2-300x200.jpg)
En cuanto a los consumos del Peugeot 308 SW de 225 CV, no podemos esperar milagros. Va calzado con unos neumáticos con bastante rozamiento, el peso tontea con la tonelada y media y hay caballos.
En ciudad, Peugeot declara un gasto de 7,3 l/100 km, cuando en realidad es muy difícil bajarlo de los 8,5 l/100 km en uso real, y eso que el start & stop funciona francamente bien en esta versión.
En carretera, el consumo real medido con este Peugeot 308 SW ha sido de 5,7 l/100 km frente a los 5,1 l/100 km que figuran en la ficha de homologación.
El gasto medio se va hasta los 7 l/100 km en autopista a los máximos legales, una cifra que no está mal para un coche de esta potencia y peso.
Con estos datos de consumo y un depósito de 53 litros, la autonomía del Peugeot 308 SW GT Line de 225 CV ronda los 700 km.
Rivales: Rivales del Peugeot 308 SW GT Line 1.6 THP de 225 CV EAT8 2018
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Vehículo | Peugeot 308 SW 1.6 PureTech S&S GT EAT8 225 |
Renault Mégane S.T. 1.6 TCe Energy GT EDC 151kW |
Subaru Levorg 1.6 GT-S Executive Plus Lineartronic |
Honda Civic 1.5 VTEC Turbo Prestige CVT |
Precio | Desde 35.150 € |
Desde 31.029 € |
Desde 37.000 € |
Desde 33.000 € |
Combustible | Gasolina | Gasolina | Gasolina | Gasolina |
Cambio | 8 marchas | 7 marchas | 1 marchas | 1 marchas |
Potencia (CV) | 225 | 205 | 170 | 182 |
Aceleración 0-100 km/h (s) | 8,2 | 7,4 | 8,9 | 8,2 |
Consumo Medio (l/100 km) | 5,9 | 6,0 | 7,1 | 6,0 |
Emisiones CO2 (g/km) | 136 | 134 | 164 | 137 |
Nuestra valoración: 7,0
Diseño 7
Motor 8
Comportamiento 8
Interior 6
Equipamiento 7
Consumo 6
Destacable
- Equilibrio entre confort y prestaciones
- Versatilidad
- Asientos confortables
Mejorable
- Detalles de acabado
- i-Cockpit
- Manejo del sistema multimedia
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