Año tras año, la importancia de los equipos de música y de entretenimiento dentro del automóvil ha ido creciendo. Simultáneamente se han mejorado e insonorizado los espacios habitables del coche y, en ciertos aspectos, el tratamiento acústico del mismo.
Las novedades y avances tecnológicos experimentados en el audio profesional poco a poco se van introduciendo a nivel usuario, doméstico, y, por supuesto, en los medios de transporte como el coche, un lugar en el que los españoles pasamos cerca de 4 años a lo largo de nuestra vida.
No es extraño hoy en día encontrarnos con verdaderos y carísimos sistemas profesionales de sonido dentro del coche, ya que las firmas más destacadas de audio realizan trabajos conjuntamente con los fabricantes de automóviles para convertir la audición dentro del habitáculo en una experiencia sonora, casi como si estuviéramos en un estadio, auditorio, teatro, o sala de jazz.
Existen numerosas opciones para sonorizar nuestro vehículo si no estamos satisfechos o conformes con el equipo de sonido que trae de serie nuestro coche. La mas fácil y sencilla es un equipo de mayor calidad y/o potencia que la que suele ofrecer normalmente la propia marca del coche al configurarlo.
Este es el caso de Seat, que, a través del equipamiento opcional de audio “Seat Sound System” ofrece mayor calidad de sonido al aumentar el número de altavoces, evidentemente con el sobrecoste de 260 euros.
Seat Sound System
Si realizamos una comparación trivial del sistema de sonido que trae de serie el Seat Ateca con el denominado Seat Sound System que figura en el catálogo de opciones, es decir, una comparativa visual sin desmontar ni comprobar la potencia y dimensiones de cada altavoz, podemos comprobar que la colocación de los altavoces y sus dimensiones son las mismas.
La única diferencia la encontramos en el número de altavoces, exactamente dos altavoces mas: un altavoz central delantero colocado en el salpicadero y otro trasero de frecuencias bajas colocado en el maletero, acoplado en la rueda de repuesto minimizada de 18 pulgadas.
Si queremos optar por esta posibilidad, tal y como decíamos, debemos pagar 260 euros. Esto es lo que costarían los dos altavoces nuevos, su montaje, cableado, la nueva configuración del software en la pantalla central al disponer de subwoofer y, por supuesto, la garantía de todo el sistema y montaje.
Dentro de lo que nos ofrece Seat no tenemos más opciones, pero, fuera de Seat, el mercado pone a disposición del usuario todo lo necesario para equipar su coche con lo que el bolsillo le permita. Aunque perderíamos bastantes cosas: la garantía de Seat, posiblemente muchas de las funciones del equipo de serie… sin contar con la posibilidad de un montaje deficiente, posibles cables mal colocados, pelados, a la vista, que se reduzca drásticamente el espacio del maletero, o que aumente considerablemente el peso de la bandeja trasera.
Es decir, si no tenemos la necesidad de ganar el concurso de “qué coche suena mas”, o dejar sordos a los ocupantes del mismo, creo que con las posibilidades que nos plantea Seat podemos disfrutar de mucho por muy poco.
Configuración de sonido del Ateca
La arquitectura sonora dentro del Ateca, aparte de la unidad central colocada en la guantera, viene dada por:
- Dos altavoces alojados en el pilar A, uno en el lado del conductor y otro en el del copiloto.
- Cuatro altavoces ubicados en la parte inferior de cada puerta.
- Dos altavoces colocados en la parte superior de las puertas traseras.
Tanto la zona delantera como la trasera del Ateca tienen frecuencias acústicas separadas por medio de filtros, es decir, las agudas tienen altavoces específicos (pilar A y parte superior de las puertas traseras) y las medias-bajas, otros distintos alojados en la parte inferior de cada puerta. Con la separación de las vías se consigue mayor rendimiento del altavoz y mejor calidad sonora.
A esta configuración y bajo la denominación de Seat Sound System, se suman dos altavoces más:
- Uno central situado en el salpicadero.
- Uno trasero colocado en el maletero, dentro de la rueda de repuesto.
El altavoz delantero central amplía la presencia de las frecuencias altas, los agudos, y genera mayor equilibrio y realismo del sonido estéreo, mientras que el altavoz colocado en el maletero (subwoofer) emite frecuencias muy graves, pudiendo regular la profundidad desde la pantalla, valor en herzios (Hz). Este altavoz refuerza todo el espectro sonoro, abriga todas las frecuencias además de sostenerlas y provoca en el oyente una mayor dimensión y profundidad en la audición.
Evaluación del sonido
Sin desmontar ningún elemento, tan sólo la rueda de repuesto, y sin comprobar la potencia sonora ni las dimensiones de los altavoces, hemos sometido al equipo de música a diferentes ecualizaciones y estilos musicales. Simplemente nos hemos guiado por nuestro criterio y oído.
No sabemos quién es el fabricante de los componentes ni de los materiales empleados: altavoces, reproductor de discos, amplificador, bobinas, cúpulas, membranas, filtros… Lo único que conocemos es que todo se une bajo la denominación Seat Sound System y que el responsable final de la calidad del producto es Seat.
Mover o impulsar todos los altavoces incluido el subwoofer conlleva una potencia destacable como para contar con un amplificador.
Desde Seat afirman nuestra previsión e indican el uso de amplificadores de 4 y 6 canales, pero no nos informan de mucho más, ni su potencia, colocación o tipo. De hecho no encontramos su ubicación, no está a la vista.
Quizá pudiera estar colocada debajo de algún asiento delantero, en los laterales del maletero, o cerca de la unidad central de la guantera, no hemos querido desmontar nada.
Por la colocación de los altavoces podemos aventurarnos en tres cuestiones:
- Debido a las dimensiones el altavoz central no creo que emita frecuencias bajas, tampoco la ubicación sería la más correcta,ya que su uso y constante emisión de fuertes vibraciones provocarían numerosos desajustes en el salpicadero, dando lugar a muchísimos ruidos.
- Por otro lado, la ubicación de los altavoces medio-graves en las puertas producirán vibraciones molestas siempre que coloquemos algún objeto en las guanteras de las mismas.
- Sin embargo, el altavoz de graves dentro de la rueda de repuesto en el maletero lo considero todo un acierto. Podremos disponer de una gran potencia y profundidad sonora sin renunciar a la capacidad del maletero y, encima, conseguiremos que la propia rueda de repuesto aumente la función de la caja de resonancia.
Al escuchar el equipo de música y manejar las diferentes y posibles combinaciones, comprobamos que el subwoofer, altavoz de frecuencias bajas del maletero, está constantemente activado. Es decir, si regulamos el “fader”, potenciómetro que regula el volumen entre los altavoces delanteros y traseros, el subwoofer siempre suena. En el caso de contar con pasajeros en la zona trasera, pueden sentirse molestos por las vibraciones que emite el altavoz, aunque coloquemos el potenciómetro en la parte delantera.
Para reproducciones de sonido no muy exigentes el resultado es fantástico. Los estilos musicales con poca cantidad de frecuencias o con poca instrumentación adquieren una gran nitidez, ya que ofrecen tres líneas o grupos de frecuencias bien diferenciadas.
Por ejemplo, en la música pop las voces o frecuencias agudas tienen un gran brillo y se ven reforzadas por el altavoz central. Las guitarras, teclados o frecuencias medias están muy presentes con fuerte personalidad en todo el habitáculo. Y los bajos y baterías son grandes, robustos y profundos, y adquieren el potencial suficiente para ser la base armónica de todas las frecuencias.
Con la música clásica no tenemos un resultado tan equilibrado; necesitaríamos más cortes de ecualización o incluso más cantidad de altavoces para conseguir mayor diferenciación o claridad sonora.
Los filtros acústicos del equipo que se usan para separar los grupos de frecuencias son muy permisivos. Es decir, cuando escuchamos mucha cantidad de instrumentos, el filtro deja pasar demasiadas frecuencias para un mismo altavoz, por lo que el altavoz ya no es tan específico, sino que reproduce demasiadas frecuencias y no consigue la definición adecuada para cada instrumento.
En general, si escuchamos música clásica u ópera, las ondas medias quedan muy escondidas, las agudas, chillonas y los bajos, poco definidos. Para entendernos, las frecuencias que emiten instrumentos como la viola o la trompa, o la voz del tenor o contralto, es decir, la parte media del teclado de un piano queda tan relegada que ni se aprecia. Sin embargo, las agudas adquieren tanto protagonismo y brillantez que pueden incluso causar molestias en largas audiciones. Sin embargo, los pilares armónicos quedan resentidos, ya que los bajos no tienen la potencia, profundidad ni definición necesarias.
En este sentido, si queremos disfrutar de una buena audición sinfónica u operística, podemos ajustar el ecualizador para intentar solventar este desequilibrio, pero el volumen es escaso, llegamos al máximo y aún nos gustaría sentir más.
También podemos optimizar el audio hacia el lado del conductor si conducimos solos, los altavoces consiguen orientar sus ondas y retardos para conseguir mayor realismo sonoro.
Respecto al volumen, en una audición sinfónica el problema que hemos encontramos quizá no resida tanto en el equipo de música, sino en el aislamiento acústico del vehículo. Considero que para una buena audición el silencio debe ser la prioridad; romper el silencio es muy sencillo y esta situación condicionará nuestra audición. En este caso, el ruido del motor penetra notablemente en el habitáculo, la rodadura en autopistas es persistente, quizá por montar unos neumáticos de bajísimo balón, y el coeficiente aerodinámico invita al aire a participar en nuestra sinfonía.
Sin embargo, podemos adaptar el volumen del equipo a la velocidad del vehículo y, por tanto, intentar contrarrestar esos ruidos no deseados.
Algo que me sorprendió gratamente fue la maniobra de aparcamiento, una de las maniobras donde más concentración debemos tener para no colisionar con otro vehículo o atropellar a un peatón. El sistema puede reducir a nuestro gusto el volumen del equipo de música automáticamente al engranar “R”, la marcha atrás. De esta manera, nuestra concentración no se verá perjudicada.
Conclusiones sobre el sistema de sonido del Seat Ateca
Desde hace años, considero a Seat como una marca implicada en la acústica de sus vehículos y en los equipos de música que montan sus modelos. Según mi opinión, el binomio habitáculo acústico-sistema sonoro es uno de los mejores del mercado. Aún recuerdo cómo sonaba el primer Seat León de la historia con el equipo de música de serie, allá por el 1999.
Las pretensiones del Seat Sound System no son ofrecer un equipo profesional, sino mejorar en potencia, riqueza y dinamismo el sistema que viene de serie. Evidentemente no ganaría en un concurso de potencia ni realismo, pero a nivel usuario mejora notablemente el que viene de serie. Podemos llegar a decir que es calidad media con distribución profesional.
Equipar Seat Sound System en la configuración de nuestro Ateca cuesta 260 euros. Si ya poseemos el Ateca y queremos montar este sistema, lo único que tendremos que hacer es comprar las piezas individualmente y realizar su montaje.
Pero, si tenemos la suerte de comprar un Ateca, creo que 260 euros no es dinero para pensar si incluir este sistema o no, porque, en cuanto lo oigas, te preguntarás por qué no lo incluiste.
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