El Volkswagen Caddy se ha actualizado con una nueva generación que supone todo un salto adelante en cuanto a diseño y, sobre todo, tecnología. Mucho más atractivo que antes y con un interior aparentemente más elaborado, lo cierto es que en algunos aspectos hay pasos atrás como verás en esta vídeo prueba.
Volkswagen ha renovado este año al Volkswagen Caddy, tanto las versiones comerciales como las mixtas. En ellas ha buscado un diseño diferenciador, con un estilo que recuerda en gran medida a los modelos eléctricos de VW ID por un frontal muy carenado y de faros muy rasgados. Para ver hasta qué punto ha mejorado este modelo, hemos elegido para la prueba una de las versiones más recomendables, el VW Caddy Outdoor con el motor diésel de 122 CV y cambio DSG de 7 velocidades, un coche muy versátil.
A lo largo de la prueba nos ha gustado mucho su practicidad, el servicio que nos puede prestar en el día a día y sus excelentes consumos. Sin embargo, otros aspectos como la practicidad o la facilidad de uso se han empeorado respecto al modelo precedente.
¿Es mejor el Caddy que el Kangoo o el Berlingo?
En sentido estricto no hay muchos rivales del VW Caddy en el mercado. Es cierto que hay muchos modelos, pero la mayoría de ellos emplean la misma base. Prácticamente la decisión está entre el Caddy, el Kangoo y el Berlingo. El Fiat Dobló también podría estar aquí, pero le quedan pocos meses de vida y con la fusión de PSA+FCA para crear el grupo Stellantis, está claro que el nuevo Dobló será un Berlingo con los logos de Fiat.
Si tenemos en cuenta que el Renault Kangoo y el Mercedes Citan son básicamente el mismo coche y que lo mismo sucede con los Combo, Rifter, Partner, Berlingo, Proace City y futuro Dobló, al final las alternativas reales son básicamente tres.
Frente a ellos, el Caddy saca pecho por su imagen de marca y por un diseño que tiene algo más de empaque, en parte porque es más nuevo y menos visto. También tiene como aliado un motor y una caja de cambios que funcionan muy bien y consiguen unos buenos consumos, mejores que los de sus rivales.
Sin embargo, el día a día resulta más cómodo en los oponentes del VW Caddy, al que le faltan algunas soluciones prácticas que ofrecen sus rivales y también más botones para no tener que estar todo el día recurriendo a la pantalla para accionarlo todo… con el consecuente riesgo de ser multado, por cierto.
Diseño: Más sofisticado
No es nada fácil diseñar este tipo de coches en los que la forma está tan condicionada por la función. Cuando se trata de conseguir el mayor volumen habitable en el interior en una carrocería lo más compacta posible, la forma geométrica que te sale es la de un cubo. Sólo en el frontal y en detalles como el diseño de las ventanas laterales o los grupos ópticos hay margen para cierta imaginación… tampoco demasiada.
La carrocería del nuevo VW Caddy tiene un diseño atractivo y está bastante bien rematada, aunque hay detalles que resultan un poco chocantes como los raíles sobre los que se desplaza la puerta corredera, que sobresalen bastante de la carrocería, como puestos a última hora. Tampoco está bien resuelto que los cristales de las puertas correderas sean fijos. En sus rivales se pueden abrir, ya sean en formato pop-out o también descendentes.
El frontal es la parte más distinguible del Caddy y llama la atención por su diseño aerodinámico, con una parrilla muy cerrada y unos faros muy bien enrasados. Esta forma aerodinámica se notará después en los consumos.
Los faros de este VW Caddy son full led con asistente de luz de carretera y me han sorprendido por su buena iluminación, con un haz de luz muy homogéneo y buen alcance.
En la parte trasera no hay tampoco detalles prácticos como el poder abrir el cristal independientemente del gigantesco portón, como sí se puede hacer en los modelos del grupo Stellantis (Berlingo, Rifter…). Otro elemento mejorable está en la iluminación, que no se ve nada desde el lateral, como reseño en el vídeo.
En cuanto a los ajustes y calidad de fabricación, el VW Caddy no está mal y se aleja bastante del concepto de vehículo industrial rudo.
Interior: Demasiado minimalista
El acceso al interior del Caddy es comodísimo porque su altura hace que podamos entrar casi de pie en él. Una vez dentro nos encontramos con unos buenos asientos, muchísimo espacio en altura y un salpicadero moderno en el que se han pasado de modernos reduciendo al mínimo las teclas.
Además de por modas, eliminar los pulsadores tradicionales del salpicadero abarata mucho la fabricación. Es mucho más sencillo y barato hacer una pieza continua que tener que troquelar en ella unos orificios en los que luego tendrán que ajustar y montar los interruptores.
El problema de esta falta de botones es que para, por ejemplo, activar o desactivar el start/stop, subir o bajar la temperatura del clima o cambiar la fuente de sonido tendremos que navegar como mínimo en 2 menús de la pantalla multimedia… y eso que al menos hay una tecla de acceso directo para los asistentes a la conducción y para el climatizador, aunque para desempañar la luneta trasera y el parabrisas hay que buscar entre los mandos de las luces, a la izquierda de la columna de dirección.
La instrumentación es completa y legible, la postura de conducción correcta y los mandos principales están bien ubicados, pero en el día a día el uso se hace incómodo al carecer de más teclas de funciones directas.
Las plazas traseras son muy cómodas por el espacio en altura, por el acceso y por la anchura. Gracias al formato del VW Caddy, en él viajan más cómodos tres adultos que en berlinas grandes. Lo que no sobra demasiado es el espacio para las piernas.
El mecanismo para abatir los asientos traseros e incluso sacarlos del Caddy para usarlo como furgoneta está bien resuelto. En un minuto los has abatido y sacado del coche. Eso sí, el mecanismo de fijación de la barra que sirve de anclaje cuando los abatimos no es de buena calidad. La unidad de pruebas ya tenía uno roto y provocaba ruidos.
El espacio de carga es enorme y perfectamente cúbico. Hay soluciones bien pensadas como las luces de cortesía en el portón, que iluminan muy bien la zona de carga. Sin embargo, aunque la idea es buena, está mal llevada a cabo porque cualquier objeto en el maletero las puede romper al quedar muy expuestas.
En cuanto a los materiales y ajustes, son correctos para un modelo de estas características. Lo que sí echo en falta es más huecos prácticos donde llevar cosas, como los portabotellas en las puertas que tienen prácticamente todos sus rivales, guanteras cerradas, etc.
Motor: Eficiente compañero
El motor que mueve este VW Caddy Outdoor es el conocido TDi de Volkswagen de 4 cilindros y 2 litros que con esta configuración rinde 122 CV. La unidad de pruebas monta la caja de cambios DSG de 7 velocidades.
Esta mecánica destaca sobre todo por su buena respuesta en bajo y medio régimen, que es lo que más conviene a un coche como éste que va a ir cargado y en el que, más que velocidad, necesitamos fuerza. El motor es bastante ruidoso, pero el habitáculo tiene una insonorización buena y no resulta demasiado molesto.
Si entramo en el menú del vehículo, podremos elegir entre varios modos de funcionamiento que modifican la respuesta del acelerador y de la caja de cambios para darle un enfoque más sport, eco, confort, etc. Su accionamiento es incómodo al tener que entrar en los menús de la pantalla digital en lugar de con un simple botón como era antes.
La caja de cambios tiene un buen escalonamiento de las marchas y, como hay par de sobra, las recuperaciones son muy buenas y, sobre todo, los consumos.
Comportamiento: Sin sorpresas
Este Caddy es un coche que no lo tiene fácil. Debe ser cómodo con los pasajeros, pero también estar capacitado para llevar bastante carga, de modo que sus suspensiones tienen que trabajar en un rango de pesos muy variado. El eje trasero tiene un esquema muy arcaico, pero cumple bien su misión en este sentido y, además, ocupa poco espacio y permite un suelo del espacio de carga más bajo y plano.
En ciudad es un coche fácil de conducir porque la visibilidad es buena y no es demasiado largo, aunque sí es un poco más ancho de lo habitual. La dirección tiene un buen radio de giro y la caja de cambios automática es definitiva para hacernos la vida más fácil y cómoda en los atascos.
En carreteras secundarias sus gran ancho de vías proporciona una base muy estable sobre la que sustentarse, de modo que no tiene un balanceo excesivo y reacciona bien a los cambios de trayectoria. Los 122 CV lo mueven con suficiente soltura y permiten unos adelantamientos seguros, además de poder coronar fuertes pendientes sin demasiado esfuerzo. Los frenos tienen buen tacto y cumplen bien con su misión también.
En autopista sorprende el poco ruido aerodinámico que se percibe. De nuevo la gran anchura de vías es una ventaja en las curvas rápidas y el VW Caddy transmite mucha confianza en ellas. Aquí el eje trasero muestra sus limitaciones y en los badenes y cambio de asfalto en apoyo se nota que rebota bastante cuando vamos con poco peso en el Caddy. Aún así sus reacciones no asustan y transmite seguridad y confianza.
En definitiva, el VW Caddy es un coche fácil de conducir, de respuesta segura y muy versátil.
Equipamiento: Bien dotado
Este VW Caddy Outdoor está en la parte media de la gama Caddy. Su equipamiento es suficientemente completo y la calidad es buena, pero no justifican la diferencia de precio que hay entre el Caddy y rivales como el Berlingo, Kangoo, Rifter, etc.
En cuanto a confort, el Caddy cuenta con un eficaz sistema de climatización, asientos con certificación ergonómica, apertura manos libres, volante multifución tapizado en piel… no echaremos en falta nada de lo importante.
Tampoco hay queja en cuanto a ADAS (asistentes avanzados a la conducción), donde dispondremos de asistente de luz de carretera, alerta de fatiga del conductor, asistente de mantenimiento en el carril, alerta de colisión con frenado de emergencia, cámara de marcha atrás, etc.
En el campo de la conectividad, este Caddy dispone de Apple Car Play y Android Auto, por lo que prescinde del navegador integrado. Está dentro de la media de su segmento.
Consumo: Ahorrador
Este es uno de los apartados en el que más brilla el VW Caddy y es uno de los importantes. Si el consumo es un tema prioritario en casi todos los modelos, más todavía en esta categoría en la que el coche debe ser, además de un servicio para la familia, un compañero de trabajo.
El motor diésel, combinado con unos neumáticos de medida razonable, la caja de 7 marchas y una aerodinámica buena para un coche que es básicamente un cajón consiguen una buenas cifras de gasto en este Caddy. En concreto, los consumos reales del VW Caddy Outdoor de 122 CV han sido:
- Autopista: 6,2 l/100 km
- Carretera: 4,4 l/100 km
- Ciudad: 6,6 l/100 km
Con estos consumos y un depósito de 60 litros, la autonomía del VW Caddy ronda los 850-900 km.
Rivales: Rivales del VW Caddy TDi 122 CV 2021
Vehículo | Volkswagen Caddy 2.0TDI Outdoor 90kW |
Citroen Berlingo BlueHDi S&S Talla M Rip Curl 130 |
Renault Kangoo Combi 1.5dCi Blue Zen 70kW |
Ford Grand Tourneo Connect 1.5TDCi Auto-S&S Titanium 120 |
Precio | Desde 32.567 € |
Desde 30.564 € |
Desde 29.941 € |
Desde 27.196 € |
Combustible | Diésel | Diésel | Diésel | Diésel |
Cambio | 6 marchas | 6 marchas | 6 marchas | 6 marchas |
Potencia (CV) | 122 | 130 | 95 | 120 |
Aceleración 0-100 km/h (s) | - | - | 15,1 | 12,6 |
Consumo Medio (l/100 km) | 4,7 | 4,0 | - | 4,6 |
Emisiones CO2 (g/km) | 124 | 111 | - | 119 |
Nuestra valoración: 7,0
Diseño 7
Motor 7
Comportamiento 7
Interior 6
Equipamiento 7
Consumo 8
Destacable
- Diseño
- Consumos
- Espacio interior
Mejorable
- Falta de accesos directos
- Falta de huecos
- Techo panorámico sin cortina
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