¿Cómo entender el equipo de música de nuestro coche? El equipo de música es el mayor sistema de entretenimiento del vehículo y no se le da toda la importancia necesaria. A la hora de comprar un coche, debemos analizar qué elementos lo componen y cuál es su equipamiento extra. ¿Quieres saber más?

En numerosas ocasiones nos ponemos al volante de un coche sin tener en cuenta todos los elementos que lo equipan, ya no sólo los relativos a la conducción, sino también los que menos tienen que ver con el hecho de conducir: los equipos de entretenimiento.

Podemos disfrutar del coche por el mero hecho de conducir o viajar, pero estar metido en un atasco no se puede considerar ni conducir ni mucho menos disfrutar. En estas situaciones, podemos recrearnos con los equipos de entretenimiento que incluye nuestro vehículo. El principal y mejor considerado por todos -sin restar atención a la conducción evidentemente- es el equipo de sonido.

Bien a través de la música que seleccionemos o con los diversos programas existentes de radio, el placer de viajar se multiplicará de una manera extraordinaria. Con el mismo efecto que consigue una banda sonora en una película, la música en el coche se puede convertir en la banda sonora de nuestro viaje.

No vamos a hablar en este artículo de los efectos, sensaciones o emociones que causa y provoca la música, sino de cómo entender y conocer mejor el equipo de música de nuestro coche, para, si llega el caso, elegir un coche u otro según el equipo de música que incluya.

Lo primero que debemos conocer es qué partes y elementos integran todo nuestro equipo y de qué forma pueden alterar directa o indirectamente la audición.

La unidad central del equipo de sonido

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Casi todos los modelos de coche tienen el equipo colocado en el salpicadero, en la consola central. De esta forma, se puede manejar fácilmente tanto por el conductor como por el pasajero delantero. Nos podemos encontrar también mandos satélite de la unidad en el volante, precisamente para no tener que quitar las manos del mismo, pero sólo dispondremos de las funciones más básicas.

La unidad central es como el director de orquesta. Podemos ajustar todos los parámetros que modifican el sonido: el volumen, el balance, los niveles de ciertas frecuencias, distintos espacios sonoros o tipos de acústicas específicas, etc. También podemos acceder a la reproducción de cualquier fuente que integre nuestro sistema, bien sea la radio, la unidad de CD, el puerto USB, tarjetas SD… incluso vídeo y DVD.

En los modelos de coche más actuales y de cierta categoría se tiende a separar cada elemento en pro de la calidad. En ese caso, nos encontraremos con todo centralizado en una pantalla y, a través de un joystick o mando de rueda, podremos manejar todas las opciones y dispositivos externos (los citados CD, DVD, puertos USB…).

Amplificador: qué es y para qué sirve

Los sistemas más básicos de audio incluyen en la unidad central el amplificador, que es el encargado de potenciar la señal de audio que llega a los altavoces. No siempre se cumple la directa proporcionalidad entre la potencia del amplificador y la calidad final del equipo de música, pero lo que sí es cierto es que amplificadores de poca potencia no podrán aspirar a grandes resultados.

Como comentábamos anteriormente, ciertos modelos de coches recurren a independizar cada elemento, por lo que podemos encontrar amplificadores externos e independientes en diferentes zonas del habitáculo.

No obstante, si queremos mayor potencia, podemos incluir amplificadores externos, siempre y cuando nuestra unidad central los admita, ya que necesita una entrada y conexión específicas.

La importancia de los altavoces

Son los últimos responsables en nuestro sistema de sonido. Es cierto que de ellos depende en un alto porcentaje la calidad de todo el sistema, pero no son los únicos que pueden mejorar o empeorar nuestro equipo.

Colocar altavoces en el coche no es una tarea sencilla. Existen numerosas composiciones dependiendo del resultado y la calidad que se quiera obtener.

Por ejemplo, la ubicación de los altavoces normalmente viene fijada desde que se fabrica el vehículo, aunque a veces se pueden utilizar otros espacios. Mucho ojo: cambiar o aumentar en número los altavoces determinados por la marca es una tarea recomendada sólo para profesionales o usuarios avanzados.

No creo que hoy en día haya ni un solo coche nuevo por barato que sea que no lleve, como poco, una preinstalación del equipo de música. Es decir, todo el cableado necesario y altavoces para poder incorporar una radio en cualquier momento.

Configuraciones de los altavoces según el tipo de coche

Reducimos todas las opciones a las más estandarizadas.

1.- Coches Urbanos (segmento A): cuentan con un equipo de música muy sencillo, dentro del mismo concepto por el que fueron diseñados. Su configuración se compone de radio con amplificador incorporado y altavoces. En el mejor de los casos, incluye lector de CD con MP3, aunque he podido comprobar en los últimos la eliminación del CD, en desuso, por un puerto USB, con menor coste de fabricación.

Los altavoces suelen ir ubicados únicamente en la parte delantera del coche, es decir, solo lleva dos altavoces. Normalmente un altavoz va colocado en cada puerta delantera, en los laterales del hueco para las piernas, o por debajo del salpicadero en ambos lados.

Si nos encontramos con altavoces en la parte trasera, significa que el equipo de música tendrá mas calidad y que la marca de ese coche se quiere diferenciar de la competencia.

2.- Coches utilitarios (segmento B): Aquí podemos encontrar equipos de sonido mejorados, que suelen contar con una unidad central con amplificador de mayor potencia con o sin CD, y con la posibilidad de conectar nuestro Smartphone. En esta categoría deberían contar ya con cuatro altavoces, dos ubicados en la parte delantera y otros dos en la trasera.

En algunos coches pertenecientes a esta categoría me he encontrado hasta cuatro altavoces únicamente en la parte delantera. Evidentemente esta configuración es mejor opción, ya que contamos con mayor potencia y altavoces específicos para distintas frecuencias y, por tanto, con mayor calidad de sonido.

3.- Coches compactos (segmento C): en este caso, se da por descontado que debe tener una radio con un potente amplificador y lector de CDs, aunque lo normal es que lleven entrada auxiliar y puerto USB para cualquier dispositivo externo, tecnología bluethooh para reproducir la música de nuestro móvil, etc.

El sonido será emitido por cuatro altavoces como mínimo, aunque lo normal es que lleven seis altavoces. Van colocados cuatro altavoces en la parte delantera y dos en la trasera.

En esta categoría, en la que la competencia es monumental, las marcas intentan desmarcarse con mejoras en sus modelos. Es fácil ver radios con la nueva tecnología digital, varios puertos USB, conexiones exteriores para amplificadores y específicas para altavoces de frecuencias graves… No es que cuenten con unidades centrales con numerosas salidas y conexiones, es que incorporan amplificadores externos e incluso mayor número de altavoces, cuatro en la parte delantera y otros cuatro en la parte trasera, y hasta un altavoz específico para reforzar las frecuencias acústicas bajas, los denominados subgraves.

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A la hora de comprar un coche nuevo perteneciente a esta categoría, las marcas normalmente suelen incluir un paquete de mejora del audio por un plus económico; hay que estudiar qué incorpora realmente dicho paquete y cuánta es la diferencia, para valorar si es rentable o no.

4.-Coches berlina (segmento D y superiores): Desde la categoría C en adelante, los sistemas de entretenimiento incluyen más elementos y de mayor calidad.

 

Muchas marcas incluso trabajan con marcas específicas de sonorización para sacar el mayor rendimiento acústico al habitáculo y conseguir una adecuada insonorización, tales como JBL, BOSE, Clarion, DENON, Boston Acoustics, Diamond Audio, Dynaudio Audio System, Harman-Kardon, Mark Levisson o Bang & Olufsen entre otras. Incluyen mejores equipos y amplificadores sin apenas distorsiones, mayor número de altavoces, filtros acústicos, pantallas de vídeo con DVD o incluso Blu-Ray, y un largo etcétera que puede incluso superar a un equipo de sonido profesional.

Por cierto, una categoría aparte puede considerarse la de los deportivos. En ellos, tanto el equipo de música como la insonorización del habitáculo será distinta al resto de modelos, porque, precisamente por su peculiaridad sport, escuchar ciertos motores es una sinfonía en sí misma.


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