A lo largo de su historia han sido numerosas las anécdotas que han rodeado el que es considerado el Salón del Automóvil más importante, al menos hasta ahora. Aquí te contamos algunas de ellas que tal vez no conozcas.

El Salón de Ginebra abre sus puertas desde 1905 y es el único gran salón internacional en suelo europeo que se celebra anualmente, mientras que Frankfurt o París se llevan a cabo en años alternos. Aunque su celebración estuvo interrumpida por culpa de las dos Guerras Mundiales, a lo largo de estos años se han celebrado 88 ediciones y éstas son algunas de las curiosidades históricas del Salón de Ginebra.

Los carteles del Salón de Ginebra

Edi Hauri fue el artista encargado de plasmar en un collage todas las novedades de la edición de 1970.Edi Hauri fue el artista encargado de plasmar en un collage todas las novedades de la edición de 1970.

Sin duda son una de las características de esta feria. La cartelería del Salón de Ginebra es muy importante -al fin y al cabo es lo primero que se hace público de la muestra- y, a lo largo de su historia, muchos de sus carteles han sido realmente llamativos.

La verdad es que es una gozada poder verlos en algunas de las galerías que puedes encontrar en internet, te animo a que lo hagas. Su estilo deja clara la moda de la época y resulta impactante ver como en un simple cartel te puedes hacer una idea de qué era lo que te ibas a encontrar en el Salón.

Normalmente fueron encargados a artistas contemporáneos especialistas en publicidad como Bernd Reuters o el suizo Edi Hauri, autor de algunos de los anuncios más llamativos de los años sesenta y setenta.

Cuando Suiza dejó de ser neutral por la Guerra

Sólo la Guerra interrumpió la celebración del Salón de Ginebra.Sólo la Guerra interrumpió la celebración del Salón de Ginebra.

Aunque dentro del Salón de Ginebra siempre han existido guerras entre las marcas, por desgracia han sido las que hubo de puertas para fuera las que interrumpieron las celebraciones de esta feria anual. Teniendo en cuenta que la primera se celebró en 1905, la de 2018 debería ser la edición número 113, pero en realidad es la número 88. El motivo principal han sido las interrupciones provocadas por las dos Guerras Mundiales.

Pese a la neutralidad de Suiza, la feria no podía permanecer ajena a una lucha que provocó un parón en la vida cotidiana del mundo entero. Las únicas novedades tecnológicas que se podrían mostrar durante esos años serían las armas, que centraron el esfuerzo industrial de toda Europa durante las contiendas. Además, las posguerras tampoco son un escenario propicio para novedades, de modo que su interrupción duró algo más que las contiendas.

1924: la primera fotografía del Salón de Ginebra

Las primeras fotografías del Salón de Ginebra no llegarían hasta 1924.Las primeras fotografías del Salón de Ginebra no llegarían hasta 1924.

La primera edición del Salón de Ginebra se celebró en 1905. Sin embargo, no hay un archivo fotográfico de la feria hasta casi dos décadas después. Las primeras imágenes «oficiales» del Salón del Automóvil de Ginebra son de la edición de 1924, donde uno de los grandes protagonistas fue el Citroën que cruzó África por primera vez en el denominado «Crucero Negro».

Desde entonces, las fotografías, vídeos e imágenes tomadas en el Salón de Ginebra se cuentan por centenas de millones y ocupan miles de gigas de información. Por suerte, las marcas ya no entregan los dossieres de prensa en papel sino en formato digital, lo que ha supuesto un importante ahorro en papel.

Los coches más emblemáticos presentados en Ginebra

El Miura es uno de los coches más icónicos presentados en Ginebra.El Miura es uno de los coches más icónicos presentados en Ginebra.

Tratándose de uno de los salones más importantes del mundo, es lógico pensar que las marcas reservan todo su arsenal para el Salón de Ginebra. A lo largo de sus 87 ediciones precedentes, las super estrellas presentadas en el Salón de Ginebra han sido centenares.

Entre los automóviles más destacados presentados en el Salón de Ginebra está el impresionante Lamborghini Miura. Esta maravilla fascinó al mundo al descubrirse su estampa en la edición de 1966 y cuentan que hizo temblar al mismísimo Enzo Ferrari. Es considerado el primer superdeportivo de la historia y su esquema técnico con motor central sigue vigente más de medio siglo después de su debut.

El Mercedes 250 SL sucesor del mítico «alas de gaviota», el Citroën CX, el Lancia Delta, el Land Rover Discovery, el VW Scirocco… son sólo algunos otros de los modelos que nacieron en algún Salón de Ginebra.

Estrellas fugaces del Salón de Ginebra

El Citroën SM fue la estrella más brillante del Salón de Ginebra de 1970, pero su luz apenas brilló 4 años.El Citroën SM fue la estrella más brillante del Salón de Ginebra de 1970, pero su luz apenas brilló 4 años.

Las hemerotecas están repletas de garrafales errores que demuestran que, claramente, a los periodistas no se les da demasiado bien predecir el futuro. Los automóviles que fueron presentados en el Salón de Ginebra y anunciados como revolucionarios que luego resultaron ser un estrepitoso fracaso se cuentan por decenas.

Tal vez los tres ejemplos más claros de estos erróneos vaticinios sean el Citroën SM, el NSU Ro80 y el Mercedes C111.

El Citroën SM se las prometía muy felices en 1970 con una carrocería revolucionaria, un interior de lujo, unas prestaciones de primer nivel y repleto de innovaciones tecnológicas. Cierto que su título de tracción delantera más rápido del mundo lo ostentó durante casi quince años, pero los problemas económicos de Citroën y las prisas por lanzar al mercado un coche desarrollado en tiempo récord acabaron con él antes de tiempo. Por suerte, algunas de sus ideas han servido para los coches actuales, como la dirección con asistencia variable en función de la velocidad o el sensor de lluvia.

Algo parecido ocurrió en 1968 con el NSU Ro80. Desde el lanzamiento del Citroën DS en 1955, ningún coche había reunido tantos avances técnicos como esta berlina alemana. Su motor Wankel sin pistones fue acogido como el Mesías. Se anunció como el fin de los motores de pistones, pero, también por prisas en su desarrollo, las primeras unidades tuvieron varios problemas técnicos y lo que iba a ser una revolución se convirtió en una pesadilla. Las soluciones a los problemas llegaron cuando el grupo Volkswagen ya había sentenciado a muerte a su nueva adquisición y que su cadáver sirviese de cimientos para el renacer de Audi.

El Mercedes C111 fue también un modelo revolucionario, aunque éste nació como concept en la edición de 1968. Los de la estrella aprendieron de los errores en carne ajena y en cuanto vieron que algo olía mal en el Ro80 abandonaron la idea de implementar también en su marca los motores Wankel. El C111 sirvió entonces como banco de pruebas y como escaparate, pero jamás se dio luz verde a su producción en serie.

Todas las novedades del Salón de Ginebra 2018 aquí

 


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